¿Revisas el correo del trabajo incluso cuando estás en casa? ¿Llevas trabajo a casa los fines de semana? ¿Llegas temprano a la oficina y te quedas tarde para avanzar en los proyectos?
Es natural querer dar lo mejor de ti en el trabajo. Después de todo, la mayoría de nosotros queremos ser productivos y crecer profesionalmente. Sin embargo, trabajar demasiado o no tener el control de nuestra vida profesional puede llevarte a un estado de agotamiento por estrés duradero mejor conocido como síndrome de Burnout. El agotamiento puede causar problemas de rendimiento en el trabajo, lo que resulta en más estrés. Es por eso que para gozar de buena salud y ser más productivo, es crucial mantener un buen equilibrio entre la vida personal y el trabajo.
Es interesante observar que, de acuerdo con la encuesta “Tendencias del Entorno Laboral en México 2018” de Kelly Services, el 46% de los trabajadores consideran que un buen equilibrio entre la vida personal y laboral es un factor importante cuando se decide aceptar una oferta laboral sobre otra. Sin embargo, encontrar el equilibrio puede ser más desafiante de lo que piensas.
Por eso, aquí te damos algunos consejos que te ayudarán a encontrar el equilibrio adecuado:
Adáptate. De acuerdo con Forbes, lo que consiste en un buen equilibrio entre vida y trabajo puede cambiar de acuerdo a las circunstancias en que te encuentras. Considera que existen diferencias en las demandas de tiempo entre ser un aspirante joven graduado en su primer empleo, un profesional recién casado a mitad de carrera, o un profesional establecido con hijos adolescentes. Está claro que en cada una de estas situaciones, el tiempo que quieras pasar en el trabajo y en tu vida personal variará considerablemente. A medida que avances en tu carrera, debes prepárate para adaptar tus hábitos de acuerdo con tus cambiantes necesidades de estilo de vida.
Prioriza. Establece tus prioridades para descubrir qué es realmente importante para ti. Aunque lo más probable es que tengas que encargarte de todas tus responsabilidades del trabajo, sin duda puedes establecer prioridades en tu vida personal y ver dónde estás gastando tiempo y energía innecesariamente.
Establece límites. En lugar de tratar de hacer todo a la vez, divide tus responsabilidades y tiempos, concentrándote completamente en cada actividad que realizas. Por ejemplo, si estás en el trabajo, no respondas tu teléfono ni revises tu correo electrónico personal, y cuando estés en la obra escolar de tu hijo(a), no respondas a los mensajes del trabajo. Además, debes de aprender a decir "no" cuando estés saturado y no puedas realizar alguna actividad. De esa manera, en lugar de hacer promesas que no puedes cumplir, le das a la otra persona la oportunidad de encontrar una solución oportuna.
Haz ejercicio. Incluso si sientes que tu día está demasiado saturado como para siquiera considerar dar un breve paseo, el ejercicio es una parte esencial para mantener un buen equilibrio entre la vida laboral y personal. Intenta realizar al menos 20 minutos de ejercicio al día. Esto no solo te ayudará a tener una vida más saludable, sino que también te ayudará a sentirte más positivo y feliz.
Toma el control. Concéntrate en las cosas que puedas controlar para traer más relajación a tu vida. Tómate un tiempo para relajarte todos los días, incluso si solo es una hora. Apaga tu teléfono celular por las noches, o por lo menos, no revises el correo del trabajo después de salir de la oficina. Encuentra la manera de agilizar tareas como, lavar la ropa y limpiar tu hogar para que no ocupen todo tu tiempo libre. Al tomar el control de pequeñas cosas como estas, puedes reducir mucho tu estrés y liberar tu tiempo personal.
Saber manejar las exigencias de tu vida profesional con las necesidades de tu vida personal puede ser un desafío, pero teniendo en cuenta estos consejos, puedes encontrar el equilibrio adecuado y aumentar tus posibilidades de vivir una vida más feliz, saludable y productiva.
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