Si deseas tener éxito como líder, es importante seguir ampliando tus conocimientos y perfeccionando tus habilidades. Y un aspecto vital de tu desarrollo debe ser aprender sobre los diversos estilos de liderazgo y cuándo usarlos.
Liderazgo situacional
Tal vez estés pensando: "Tengo mi propio estilo de liderazgo, entonces, ¿por qué debería aprender otros?" La respuesta es que, según los expertos, los líderes más efectivos se adhieren al liderazgo situacional, una teoría que establece que no existe un único estilo de liderazgo como el mejor. En cambio, las situaciones y tareas en cuestión definen el estilo de liderazgo requerido.
Los cuatro estilos de liderazgo
En su artículo "La teoría situacional del liderazgo" para VeryWell Mind, Kendra Cherry enumera los cuatro estilos principales de liderazgo de Hersey y Blanchard:
Informativo: el líder les dice a los empleados qué hacer y cómo hacerlo en una comunicación unidireccional.
Venta: el líder alienta a los empleados a comprar el proceso que debe completarse ofreciendo orientación y apoyo.
Participativo: el líder alienta a los empleados a sugerir ideas y facilita la toma de decisiones compartida.
Delegante: el líder delega las responsabilidades a los empleados individuales mientras él o ella monitorea el progreso.
Los cuatro niveles de madurez
Además, HR Zone informa que hay cuatro niveles diferentes de madurez de los empleados, que están siendo dirigidos:
M1: El público no posee las habilidades requeridas y no quiere o no puede asumir la responsabilidad de la tarea que debe completarse.
M2: El público demuestra la voluntad de completar la tarea en cuestión, pero no posee las habilidades para hacerlo.
M3: El público tiene la habilidad suficiente, pero carece de voluntad o confianza para asumir la responsabilidad de la tarea.
M4: El público está suficientemente capacitado, además, poseen la confianza y la voluntad de asumir la responsabilidad del resultado de la tarea.
Cuándo usar cada estilo de liderazgo
En general, los cuatro estilos de liderazgo corresponden a los cuatro niveles de madurez. Por ejemplo, si tienes un grupo de empleados entusiastas de nivel inicial que califican como M2, un estilo de liderazgo de venta sería lo más apropiado. Del mismo modo, si un empleado es altamente calificado y con experiencia, M4, delegar es probablemente lo más apropiado.
La flexibilidad es clave
Para ser un buen líder, la flexibilidad es clave. No busques imponer un mismo estilo de liderazgo, mucho menos trates que tus colaboradores trabajen del mismo modo que tú, cada persona es distinta. Al analizar con qué tipo de colaboradores estás trabajando para cada tarea, puedes seleccionar el estilo de liderazgo apropiado, y eso aumentará tus posibilidades de éxito.
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