¿Sabías que la felicidad puede aumentar la productividad en un 12 por ciento, y la infelicidad puede reducirla hasta en un 10 por ciento?
Si eres un gerente experimentado, estos datos del informe titulado "Felicidad y productividad" de la Universidad de Warwick e IZA en Bonn Alemania, probablemente no te sorprenderán. Tarde o temprano, todas las empresas enfrentan el desafío de contar con un empleado que sorpresivamente modifica o cambia su desempeño laboral. Aunque cualquier persona puede tener un mal día, cuando un día se convierte en dos días y dos días en una semana o más, el estado de ánimo de tu empleado puede convertirse en un problema grave que puede afectar a todo tu equipo de trabajo.
Hay varios indicadores que te permiten identificar si tu empleado no está feliz:
1. Pérdida de motivación: cuando de pronto un empleado entusiasmado pierde toda la pasión por su trabajo, es una clara señal de que algo anda mal.
2. Menor productividad: una pérdida de motivación puede llevar rápidamente a una menor productividad. En ocasiones, es porque el empleado no está inspirado para trabajar arduamente, pero también puede ser porque se distrae más fácilmente.
3. Falta de compromiso: un empleado infeliz generalmente se compromete menos. Él o ella interactuará menos con el equipo, dejará de contribuir a las discusiones grupales y mostrará menos interés en general.
4. Menor rendimiento: la infelicidad laboral puede poner en peligro el rendimiento de tu empleado, causando que él o ella cometa errores o entregue un trabajo inferior.
5. Comportamiento poco profesional: si alguien que generalmente es profesional comienza a discutir con colegas y directivos, llega tarde al trabajo y se retira demasiado temprano, o muestra algún otro tipo de comportamiento poco profesional, puede ser un signo de infelicidad.
¿Qué puedes hacer?
Lo primero que debes hacer es mantener una conversación con tu empleado para descubrir por qué no está feliz. ¿Es un problema personal o profesional? Si es personal, tal vez el empleado se beneficiaría con un poco de guía, un horario más flexible o incluso un tiempo libre.
Si se trata de un problema profesional, traten de encontrar una solución adecuada juntos. Por ejemplo, si tu empleado tiene problemas para usar un nuevo programa o software, la capacitación complementaria podría ser una solución efectiva. Si tu empleado no encuentra el trabajo desafiante o interesante, asígnale nuevas tareas que le permitan desarrollar más habilidades. Si la persona está molesta debido a una promoción perdida, explícale por qué no calificó y aborda las formas en que el empleado puede adquirir las habilidades necesarias para avanzar profesionalmente.
Es importante llevar un seguimiento con el empleado en los días y semanas posteriores a la conversación. Si él o ella todavía no está satisfecho, es posible que debas ajustar el rumbo y proporcionar herramientas y apoyo adicional. Recuerda: hasta ahora, este empleado siempre ha sido un miembro valioso de tu equipo. Es por eso que ayudarlo a superar este momento difícil, beneficia no solo al empleado, sino también a tu equipo y a la empresa.
Fuentes:
https://www.entrepreneur.com/article/285626
http://www2.warwick.ac.uk/fac/soc/economics/staff/ eproto / workingpapers /happinessproductivity.pdf
