Es una vieja y emocionante tradición pensar en nuevos comienzos cuando se trata del inicio de un nuevo año y muchos de nosotros aún nos proponemos grandes metas cuando el reloj marca las 12 el 31 de diciembre.
Desde hacer más ejercicio hasta tener una alimentación saludable, remodelar la casa o leer más, nuestros objetivos son tan diversos como nosotros, pero muchos comparten el mismo destino desafortunado: no logramos mantenerlos. Desafortunadamente, muchos de nosotros nos hemos olvidado de nuestras resoluciones cuando llega febrero.
Entonces, ¿cómo podemos llevarlos a cabo y trabajar de manera más inteligente cuando se trata de cumplir objetivos?
Un método es usar principios y técnicas comerciales para gestionar nuestras metas. Primero, piensa en resoluciones claras y medibles de la misma manera que podrías establecer metas profesionales o para tu negocio. Recuerda ser realista: ¡de 3 a 5 es suficiente! Esto te permitirá prestar atención a cada una y mantenerlas bajo control. Luego traza tus resoluciones como proyectos y gestiónalos. Analiza tus recursos (incluidos el tiempo y el dinero), divídelos en tareas y crea un marco realista para cumplirlos. ¡Este enfoque analítico tiene muchas más probabilidades de llevarte al éxito que simplemente decirle al universo que este será el año en el que lograrás tener un abdomen perfecto! Regresa y mide tu progreso cada mes para seguir al mismo ritmo.
Otra forma de cumplir tus resoluciones de año nuevo es dividirlas y comenzar a celebrar tus logros poco a poco. De esta manera, en lugar de establecer una meta a alcanzar, llegas a fin de mes y anotas los objetivos que has cumplido. ¡Sin decepciones, sin desviarte del camino, y así está garantizado que tendrás muchas cosas buenas para mirar hacia atrás con orgullo en diciembre! Este plan podría ser algo así:
Enero: tuve un excelente primer mes en mi nuevo trabajo (es remoto, tendo grandes compañeros, un buen sueldo, los viajes de negocios que esperaba) ¡y ya he recibido comentarios positivos de mi jefe!
Febrero: logré resolver un problema desafiante para un cliente, comí alimentos saludables durante la mayor parte del mes y he estado caminando más.
Marzo: comencé un curso para mejorar mis habilidades técnicas en el trabajo, leí un gran libro nuevo que ha estado en mi lista de lectura durante mucho tiempo y me ofrecí como voluntario en un evento de caridad.
¡Mira cómo esas pequeñas ganancias se acumulan rápidamente! ¿No es eso más satisfactorio que una resolución de año nuevo de la que te olvidas en unas pocas semanas?
Dicen que tienes que comerte un elefante bocado a bocado y, ya sea que decidas proyectar y gestionar tus resoluciones o dividirlas en rebanadas como a un pastel, es importante celebrar las pequeñas victorias en el camino, así como los grandes logros. ¡Por un 2022 exitoso y productivo!
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