Si hay una verdad que todos sabemos, es que el cambio es inevitable. Sin embargo, en los últimos años, hemos vivido una transformación constante. Esto significa que, como líder, deberás poder prosperar y adaptarte en un entorno en constante evolución.
Para algunos, abrazar el cambio, o incluso aprovecharlo, es algo natural. Pero si tú has notado que no sabes cómo avanzar en diferentes circunstancias o incluso te resistes a adaptarte al progreso, es hora de comenzar a trabajar de manera proactiva en tu capacidad para evolucionar. Si no lo haces, inevitablemente te quedará rezagado como líder.
Así que pon en práctica los hábitos de los líderes que aceptan y abrazan el cambio:
Hacer que el pensamiento de cambio sea parte de todo lo que haces.
Esto significa pensar en el statu quo, qué factores te están afectando, cómo es probable que cambies, cómo podrías cambiar y cómo puedes adaptarte para prosperar en un entorno cambiante. Por ejemplo, si fabricas ropa, pero tus ventas se han desplomado por la crisis económica después de la pandemia de COVID-19 y los conflictos actuales, pregúntate si puedes reutilizar tus máquinas y materiales para darle un giro a tu negocio y elaborar chamarras o ropa especial para resistir las bajas temperaturas que prevalecen en el país y en gran parte del mundo.
Tener un propósito claro.
Es importante saber por qué estás haciendo algo. Usando el mismo ejemplo anterior, tu propósito es mantener tu negocio en funcionamiento y crear estabilidad laboral para tus colaboradores. Tal vez también sea para ayudar a los consumidores a enfrentar el frío. No importa cuál sea tu propósito, asegúrate de que sea auténtico y significativo, y comunícaselo a tu equipo. Cuando tu equipo entienda el por qué, será mucho más probable que te apoye.
Buscar y aprovechar oportunidades.
Sigue mirando hacia el futuro, hacia lo que es probable que suceda y lo que podría suceder. También es importante mirar fuera de tu entorno normal para ver si hay desarrollos o tendencias que puedan afectar tu industria. Una vez que reconozcas una oportunidad, aprovéchala. Nunca se sabe cuándo puede llegar la próxima.
Desechar procesos y modelos antiguos e ineficaces.
“Cómo siempre hemos hecho las cosas aquí” no siempre es la mejor manera de operar. Muchas empresas se resistieron a permitir el trabajo remoto, hasta que llegó la pandemia. Ahora, esas mismas empresas ven a su gente usando Zoom, Google Meet y Microsoft Teams y funcionando tan bien, o incluso mejor, que cuando estaban todos juntos en una oficina.
Toma en cuenta que para encontrar formas nuevas y exitosas de hacer las cosas, debes arriesgarte y experimentar. Es la única forma de despertar la creatividad y encontrar esas combinaciones mágicas cuando algo simplemente funciona, ya sea un nuevo proceso, producto o modelo de negocio. Por supuesto, debes determinar con anticipación qué nivel de riesgo es aceptable, porque habrá momentos en que tus experimentos no darán resultado.
Cuanto más practiques estos comportamientos, más adaptable y ágil te volverás. Y eso es precisamente lo que tú, tu equipo y tu empresa necesitan a medida que avanzan durante estos momentos de constante transformación.
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