En los últimos años, la sostenibilidad dejó de ser un tema voluntario o reputacional. Hoy, las políticas ESG (Environmental, Social and Governance) están comenzando a integrarse en la legislación mexicana, impulsando un nuevo tipo de responsabilidad empresarial que combina cumplimiento laboral, ética corporativa y sostenibilidad ambiental.
El cambio no solo responde a presiones internacionales o del mercado, sino también a la necesidad de garantizar trabajo digno, equitativo y sostenible como parte del desarrollo económico del país.
El componente “Social” del marco ESG abarca directamente temas laborales:
La Ley Federal del Trabajo (LFT), las reformas recientes sobre vacaciones dignas, teletrabajo, igualdad salarial y el nuevo sistema de justicia laboral, reflejan cómo México está integrando estas variables en su marco legal.
A esto se suma la creciente presión por parte de organismos internacionales y del T-MEC, que exige prácticas laborales transparentes y respeto a los derechos sindicales.
1. Normas Oficiales Mexicanas (NOMs) con enfoque ESG:
2. Regulaciones ambientales y de gobernanza corporativa:
3. Iniciativas legislativas sobre responsabilidad social:
Cumplir con la ley ya no es suficiente. Hoy las organizaciones deben demostrar que sus prácticas laborales son socialmente responsables y medibles.
Las áreas de recursos humanos y sostenibilidad deben trabajar juntas para:
Adoptar una cultura ESG no solo evita sanciones, también fortalece la competitividad y la reputación de las empresas.
México avanza hacia un modelo donde las empresas deben demostrar que generan valor económico con responsabilidad social.
La sostenibilidad ya no es un adorno corporativo, sino una exigencia regulatoria y moral.
Las organizaciones que entiendan este cambio no solo cumplirán la ley, sino que liderarán el futuro del trabajo sostenible en el país.