La historia del outsourcing o tercerización inició en México hace más de 40 años, cuando las organizaciones contrataban los servicios de vigilancia y limpieza a otras empresas. Actualmente, esta modalidad ha evolucionado de forma notable y abarca diversas áreas, como Recursos Humanos, Relaciones Públicas, Marketing y Contabilidad, por nombrar algunas.
Durante todo este tiempo, el modelo de outsourcing o mejor dicho tercerización le ha ayudado a las empresas a desarrollar mejor su actividad principal, mientras dejan en manos de expertos -terceros- ciertas tareas o funciones. Todo esto se traduce en una reducción de costos y un incremento de la productividad, la eficiencia y el rendimiento del negocio. No obstante, está satanizado a causa de algunas malas prácticas impulsadas por compañías fraudulentas.
Según un estudio de la Asociación Mexicana de Empresas de Capital Humano (AMECH) -cofundada por Kelly Services para defender los derechos de los trabajadores y combatir las malas prácticas de la tercerización-, solo el 3% de los 4.9 millones de empleados subcontratados trabajaban en empresas de tercerización legalmente constituidas.
Por supuesto, el panorama de ese año a la fecha debe haber mejorado mucho, producto de la vigilancia por parte del Estado y la intervención del mismo gremio de empresas de outsourcing o tercerización legalmente constituidas, las cuales han sufrido daños a la imagen por las fraudulentas prácticas de algunas compañías. De esta forma, se han derribado ciertos mitos en torno a la tercerización.
Sin embargo, un artículo sobre las malas prácticas en este sector publicado por la revista Alto Nivel, señala que de 900 empresas que ofrecen servicios de tercerización en México, solo 100 están registradas ante el IMSS y 40 pagan impuestos. El resto no, algo sumamente preocupante si tienes en cuenta que esta industria emplea a millones de personas en el país.
Son empresas que no se preocupan por ofrecer servicios de Recursos Humanos de la forma debida. Lo único que venden es una reducción de costos en la contratación y administración de personal, y se encuentran muy lejos de cumplir con el objetivo principal de la tercerización: fortalecer al mercado laboral, ayudarle a los negocios a optimizar sus procesos y disminuir el empleo informal.
Entre las malas prácticas que ejecutan, se cuentan:
En fin, una serie de acciones que afectan seriamente al fisco y al trabajador que no tiene otra opción de empleo, pero que permiten ofrecer muy buenos precios por la administración de personal.
Esa es la razón por la que el outsourcing o mejor dicho tercerización ha sido satanizado, pese a que muchas empresas del sector operan estrictamente acogidas a la Ley Federal del Trabajo con los debidos registros, cumpliendo a cabalidad con sus obligaciones fiscales y garantizando el empleo formal a los trabajadores.
Es importante destacar que el actuar de Kelly Services siempre ha estado acogido a la ley y a las buenas prácticas laborales, velando siempre por los derechos de los colaboradores y el empleo formal.
Las acciones del Gobierno contra este flagelo iniciaron en 2009 con la modificación a la Ley del Seguro Social, que obliga a los empresarios a reportar a los empleados que fueron tercerizados.
Luego, en 2012, la Ley Federal del Trabajo reforzó las condiciones en las cuales el outsourcing es válido:
La legislación laboral también exige el pago de 8 prestaciones básicas a los empleados contratados mediante outsourcing o tercerización: contrato escrito, Afore, Infonavit, vacaciones, antigüedad, seguridad social, aguinaldo y prima vacacional.
Sin embargo, es necesario que el Estado intervenga con mecanismos de regulación y vigilancia para sacar del mercado todas esas empresas de outsourcing o tercerización que no cumplen con la legislación laboral ni sus obligaciones fiscales, y que sí contribuyen a la satanización o mala reputación de la industria.
Por lo demás, no se puede seguir estigmatizando a todo el sector. El director general de Soluciones Empresariales, Oscar Culebro, fue enfático al replicar las declaraciones mediante las cuales el presidente del Colegio de Contadores denunció, de manera general, las malas prácticas de las empresas outsourcing o tercerización: “Que exponga bien el tema y tenga el conocimiento correcto, porque las maquiladoras nos contratan para realizar el reclutamiento y selección de personal en temporadas picos en las maquiladoras no nos contratan por ser evasivas o por tener esquema elusivo fiscal. Sino para quitarse una carga administrativa, costos de reclutamiento y rotación”.
Al mismo tiempo destacó que ya se tenían identificadas las compañías fraudulentas. Por lo tanto, resulta imprescindible que las autoridades correspondientes tomen medidas en contra de ellas para "limpiar" el mercado laboral de éstas y así ofrecer mejores condiciones para los trabajadores.
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