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El arte de tener una buena relación con tu jefe

Escrito por Mónica Ordóñez | agosto 2021

Durante los últimos dieciocho meses, el trabajo ha cambiado para todos. En el 2020, millones de nosotros trabajamos desde casa por primera vez y millones más tuvieron que adaptarse rápidamente a la pandemia de COVID-19. Al mirar hacia el futuro, ¿cómo cambiará la relación con nuestros jefes?

Para millones de trabajadores, nuestro líder es una realidad ineludible de nuestra vida laboral. La relación que tenemos con esta persona puede marcar la diferencia entre disfrutar del trabajo o arrancarnos el pelo en silencio mientras buscamos algo nuevo y mejor. La mayoría de las organizaciones operan en una jerarquía y, para casi todos nosotros, este sistema de gestión llegó para quedarse (a menos que te unas al club de los trabajadores autónomos e independientes). Las personas dentro de las organizaciones casi siempre tienen a alguien a quien informar.

Y la verdad es que los gerentes son tan diversos como los integrantes de sus equipos de trabajo, porque al final todos son personas. Muchos han perfeccionado sus técnicas de liderazgo durante años y saben exactamente cómo sacar lo mejor de sus colaboradores. Algunos pueden parecer distantes y remotos, mostrar poca emoción y no revelar nada sobre sus vidas privadas, mientras que otros actúan más como un amigo que como un jefe. Quizás el tipo de jefe más estresante es el que "siempre está activo": envía correos electrónicos a altas horas de la noche y crea una cultura de trabajo permanente que significa que las largas horas y el agotamiento se convierten en la norma.

Para muchas personas, trabajar con un jefe que encuentran opresivo o poco comprensivo puede ser el catalizador para decidir explorar una nueva oportunidad. Cambiar de trabajo puede revitalizar no solo su vida laboral, sino también su vida personal. Pasamos tanto tiempo en el trabajo que ser infelices allí impacta cada parte de nuestras vidas.

 



Si quieres tratar de mejorar tu relación con tu jefe o decidir si es el momento de seguir adelante, aquí está nuestra lección rápida sobre el arte de tener una buena relación con tu jefe. Tómate tu tiempo para responder estas preguntas sobre tu jefe actual y sé honesto en tus respuestas.

¿Te sientes cómodo reportándole a tu líder?

¿Te trata con respeto?

¿Tu jefe te ve como un individuo y puedes hablar con él de manera abierta y honesta?

¿Es tu jefe alguien de quien puedas aprender?

¿Te apoyará para avanzar, o incluso para ocupar su lugar algún día?

Estas respuestas deben darte una idea clara de si tienes una relación buena, estable o mala con tu superior.

Una vez que hayas reflexionado sobre la relación con tu líder, comunícate y pregúntale si puede tener algo de tiempo para hablar sobre tu futuro. Explica cómo te gustaría crecer y cuáles son tus metas, tanto a corto como a largo plazo. Si tienes ideas específicas, como un ascenso o un aumento de sueldo, habla y pregúntale si cree que estás en el camino correcto y qué puedes hacer para lograr estos objetivos. Debes estar preparado para la conversación; puede que no salga como esperabas, pero escucha atentamente lo que tiene que decir.

A veces, dos personas no hacen match profesionalmente y es mejor avanzar en tu carrera fuera de tu organización actual. Pero tanto tú como tu jefe saldrán ganando si pueden desarrollar una relación basada en la confianza y el respeto mutuo. La comunicación es clave, y al participar de manera proactiva, incluso una relación pobre puede cambiar de forma positiva.

 

 

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