¿Has estado en tu actual puesto administrativo durante algunos años? Entonces podrías estar pensando en crecer profesionalmente, especialmente si aspiras a un puesto de liderazgo dentro de tu empresa.
Sin embargo, antes de hablar con tu superior sobre una posible promoción, es recomendable realizar primero una auto-evaluación para determinar si te encuentras preparado. Por tal motivo, te compartimos estás cuatro preguntas para que descubras si estás realmente listo:
¿Realizas tu trabajo actual con facilidad? Si rutinariamente llevas a cabo todas tus responsabilidades con gran facilidad, significa que has llegado a un estancamiento. Necesitarás un trabajo más desafiante para crecer profesionalmente.
¿Contribuyes con soluciones altamente creativas? A veces, es bueno hacer las cosas como siempre se han hecho. Sin embargo, hay casos en que este enfoque no siempre es suficiente. Si a menudo te surgen ideas o soluciones innovadoras que pueden funcionar, entonces claramente posees un buen conocimiento de las operaciones y necesidades de tu organización, así como el pensamiento creativo requerido para resolver nuevos problemas.
¿Asumes más responsabilidad de la que tu posición requiere? De acuerdo con el artículo de Forbes "Ocho señales que te indican que es hora de promover a un empleado", una persona está lista para una promoción cuando realiza el trabajo de un nivel o rol superior. Si habitualmente miras hacia el futuro y asumes responsabilidades que facilitan el trabajo de tu superior y al mismo tiempo promueves los objetivos de la empresa, entonces le demuestras a tu jefe y a ti mismo que eres apto y estás dispuesto a hacer el trabajo que requiere una promoción.
¿Sabes cómo tus fortalezas específicas contribuirán al crecimiento de la organización? Tu empresa invierte mucho esfuerzo y dinero en sus gerentes y líderes. Es por eso que necesitas saber cómo una promoción te permitirá poner en práctica tus fortalezas para la organización. Esto implica tener una comprensión profunda de los objetivos de la empresa, sus necesidades de habilidades y sus fortalezas únicas. Por ejemplo, supongamos que tu empresa necesita aumentar las ventas para hacerla crecer. Bajo tu liderazgo, tu equipo mejoró las ventas en un 15 por ciento en los últimos 12 meses. Claramente, tienes la capacidad de crear estrategias de ventas de alto nivel efectivas; Además, puedes entrenar a tu equipo de ventas sobre cómo ejecutar esas estrategias. Esta es una habilidad valiosa que puede ayudar a tu organización a crecer a largo plazo, por lo que debes enfatizarla.
Si haz respondido una o más de estas preguntas negativamente, entonces es mejor esperar antes de acercarte a tu superior. A menudo es más prudente dedicar más tiempo a prepararse para una mayor responsabilidad y primero aprender cómo tus habilidades únicas pueden favorecer a los objetivos de la empresa. Si, por otro lado, ha respondido "Sí" a cada una de las preguntas, entonces es probable que estés listo para crecer y así puedas hablar de tus aspiraciones con confianza.
Recuerda que:
“El sacrificio de hoy, es el éxito de mañana”
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