Todos hemos tenido un mal jefe alguna vez. El que esperaba que te casaras con la empresa. El que NUNCA dejó de exigir. El que parecía estar fuera de tu alcance. El que tenía favoritos. La lista podría seguir y seguir (y seguir…).

Muchos de los problemas que hemos tenido con nuestros jefes podrían resolverse teniendo una mejor comunicación con ellos, pero para comunicarte bien con alguien, debes comprenderlo, o al menos saber qué es lo que más le importa. A veces, cuando se trata de un mal jefe, esto puede parecer una tarea imposible.

Pero, ¿y si tuvieras en tus manos la fórmula mágica para tener una buena relación sin importar su personalidad o su estilo de liderazgo?

Un artículo reciente de Fast Company analizó los cuatro tipos de liderazgo que es más probable que tengan los jefes. Al conocer estos estilos de liderazgo, podrás saber cómo comunicarte mejor con cualquier jefe. De hecho, llevarte bien con tu jefe podría también ayudarte a crecer en tu carrera.

Conozcamos los cuatro tipos de jefes descritos en el artículo:

• El jefe extrovertido

Sociable. Extrovertido. Se lleva bien con todos. Los líderes extrovertidos se enfocan en las personas. Esto significa que a menudo son excelentes para unir equipos y comunicar mensajes clave. Pero cuando un jefe extrovertido va demasiado lejos, puede ser percibido como presuntuoso, ruidoso y que busca llamar la atención.

Si alguna vez has tenido un jefe que no te permitía decir ni una palabra y que siempre fue el alma de la fiesta de fin de año de la empresa, probablemente hayas trabajado con un jefe extrovertido.

Cómo llevarte bien con un jefe extrovertido:

Uno de los pasos más importantes a seguir con un jefe extrovertido es establecer límites claros. Programa un momento de tranquilidad en tu calendario y no tengas miedo de ser claro y directo sobre tu forma de trabajar y horarios preferidos para cualquier reunión. Además, no tengas miedo de animar a este tipo de jefes para que den protagonismo a los demás. Sugiere que otros sean los que dirijan las presentaciones con clientes o eventos de la industria para permitir que todos tus compañeros puedan brillar. Este tipo de líder no está desviando la atención de los demás hacia él de forma intencional, de hecho, a menudo no se dan cuenta de que lo están haciendo.

• El jefe motivado

Los jefes motivados se enfocan en ganar. Tienen mucha energía y están profundamente motivados, lo que los hace muy exitosos para superar obstáculos y hacer que las cosas sucedan. Cuando te enfrentas a un plazo apretado o a una tarea aparentemente imposible, quieres un líder motivado de tu lado. Sin embargo, los líderes con un sentido de ambición tan fuerte pueden volverse autoritarios y muy dominantes, sobrecargando a su gente y creando presión.

Cómo llevarte bien con un jefe motivado:

Un jefe motivado puede ser una gran ventaja en situaciones en las que intentas hacer que las cosas sucedan. Busca su ayuda cuando estés tratando de obtener un presupuesto para un nuevo proyecto o cuando desees obtener la aprobación del liderazgo para una nueva idea; su estilo de trabajo tenaz te ayudará a tener éxito. Identifica formas de alinear o conectar tus objetivos con los de él, cuando sientan que están trabajando para lograr objetivos comunes, harán todo lo posible para que esto suceda.

• El jefe disciplinado

Los jefes disciplinados son personas observadoras, que se enfocan en los detalles. Organizadores naturales, son los líderes a los que acuden las empresas cuando necesitan crear procesos eficientes y garantizar que las operaciones complejas se desarrollen sin problemas. Pero demasiado enfoque en las "pequeñas cosas" puede llevar a que los líderes disciplinados se conviertan en simples capataces que no logran crear espacio para la innovación y la curiosidad dentro de sus equipos.

Cómo llevarte bien con un jefe disciplinado:

Aprovecha su atención a los detalles: su aporte en tus problemas más complejos será invaluable y encontrar oportunidades para que ejerzan sus habilidades de organización alimentará su sentido de identidad. Pero no permitas que su enfoque en el proceso total lo distraiga de tu necesidad de flexibilidad. Pregúntale si puedes crear espacio para la generación de ideas y sesiones creativas en su tan organizado plan.

• El jefe curioso

Los jefes curiosos tienen gran apetito por todo lo nuevo e innovador y no tienen miedo de correr riesgos para lograr sus objetivos. Esto los hace enormemente exitosos al liderar empresas o equipos emprendedores. Sin embargo, esta necesidad constante de lo nuevo y fresco puede distraerlos del trabajo importante que debe completarse lo antes posible, y puede ser difícil para los trabajadores mantenerse al día con su flujo rápido de ideas frescas.

Cómo llevarte bien con un jefe curioso:

Aprovecha su mente creativa para identificar nuevas oportunidades o ideas que no habías considerado, haciéndole preguntas e involucrándolo en conversaciones sobre proyectos clave. Pero prepárate para trabajar duro para mantenerlo en la tierra siendo una voz de practicidad y razón. Apreciarán que pongas sus grandes ideas en contexto.

Y tú… ¿qué tipo de jefe tienes? ¿Tal vez te reconoces a ti mismo en las descripciones anteriores? Visita nuestra bolsa de trabajo para obtener más información sobre nuestras vacantes y consulta los otros artículos de nuestro blog para conocer las últimas tendencias del mundo del trabajo.

¿Estás buscando empleo?

Encuentra un trabajo que te apasione con la ayuda de nuestro reclutador Kelly Bot

En Kelly te conectamos con el mundo del trabajo

Continuar leyendo: Constancia de Situación Fiscal, ¿es obligatorio entregarla a mi empresa?