En un mundo globalizado y cada vez más interconectado, las empresas buscan constantemente estrategias para optimizar sus operaciones y reducir costos. Una de estas estrategias es el Nearshoring y ha ganado especial relevancia en los últimos años, especialmente en México. El Nearshoring implica trasladar operaciones o servicios a un país cercano al mercado principal de una empresa, en lugar de subcontratar a países lejanos (Offshoring). Este modelo ofrece una serie de ventajas estratégicas y logísticas que son particularmente favorables en el contexto mexicano.
El concepto de Nearshoring surgió a comienzos de la década de los 2000 como una respuesta a las limitaciones y desafíos del Offshoring, predominantemente en Asia. Las empresas comenzaron a identificar problemas relacionados con la diferencia horaria, las barreras culturales, y la lejanía, que complicaban la coordinación y a veces afectaban la calidad del producto final. México, por su proximidad a Estados Unidos, surgió como un destino ideal para el Nearshoring, ofreciendo beneficios considerables tanto a nivel de costos, como de eficiencia operativa y estratégica.
Desde una perspectiva legal, México ha creado un entorno regulatorio favorable para la inversión extranjera, respaldado por diversos tratados internacionales y reformas internas. A continuación, se detallan los aspectos más relevantes del marco legal:
Como podemos ver, las ventajas del Nearshoring en México son múltiples. En términos de costos, producir en México es considerablemente más económico que en Estados Unidos o Canadá, debido a menores costos laborales y de infraestructura. Además, la proximidad geográfica permite reducir tiempos y costos de transporte, facilitando la logística y mejorando el tiempo de respuesta en la cadena de suministro. Otro aspecto crucial es la reducción de la brecha cultural y de idioma, que en muchos casos facilita una mejor comunicación y colaboración.
Sin embargo, la adopción del Nearshoring en México no está exenta de desafíos. Uno de los más significativos es la infraestructura. Aunque el país ha hecho avances sustanciales en términos de infraestructura, todavía existen áreas que necesitan desarrollo, especialmente en términos de transporte y tecnología. La seguridad también es un aspecto que las empresas toman en consideración al pensar tener un modelo de negocio en nuestro país, ya que ciertas regiones presentan problemas de seguridad que podrían afectar las operaciones.
En conclusión, México ofrece un marco legal robusto y una serie de incentivos atractivos para las empresas extranjeras interesadas en el Nearshoring. Sin embargo, es esencial cumplir con todos los requisitos legales y contar con la asesoría adecuada para navegar el entorno regulatorio mexicano, hacerse de aliados locales que puedan ofrecer una asesoría experta para hacer un éxito la implementación del Nearshoring, ya que, con una planificación adecuada y una comprensión profunda de las leyes locales, las empresas pueden aprovechar las oportunidades que ofrece este modelo de negocio en México.
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