El pasado 1 de diciembre de 2023 se publicó en el Diario Oficial de la Federación el incremento al salario mínimo, a partir del 1 de enero de 2024, quedando de la siguiente manera:
Este incremento fue aprobado por unanimidad por los consejeros de la CONASAMI (Comisión Nacional de los Salarios Mínimos), resultando que a partir de 2024 ningún trabajador en nuestro país podrá ganar menos de 7,508 pesos mensuales.
Durante la actual administración, el incremento al salario mínimo ha registrado los aumentos más significativos en la historia; en 2019 el salario mínimo era de 88 pesos diarios teniendo a partir de ese momento incrementos anuales que fueron entre el 15% y el 22% llegando a lo que conocemos el día de hoy.
Este aumento, tiene un impacto solo en aquellas organizaciones que contratan fuerza laboral pagando el salario mínimo, ya que como se ha mencionado ningún trabajador en México podrá percibir menor cantidad y para este efecto, la ley laboral establece una multa por pagar menos del salario mínimo que va de 50 a 5,000 veces la UMA, alrededor de 518,000 pesos.
Para los trabajadores que perciban más de un salario mínimo al día, no existe obligación patronal de incrementar sus sueldos, pero estos trabajadores podrían percibir un incremento o alza en el costo de los productos básicos y por ende solicitar un aumento en su salario, ya que la necesidad de incrementar el salario mínimo puede orillar a algunas empresas a incrementar en igual medida el costo de su producción o el precio de sus productos o servicios, afectando a otras empresas que quizá también se vean en la necesidad de aumentar el sueldo a sus trabajadores, creando un efecto dominó en las relaciones obrero-patronales y en el aumento de productos o servicios.
Otro efecto que podríamos observar es que los empleos formales podrían reducirse, con la intención de que las empresas afectadas por el aumento al salario mínimo puedan tener “ahorros” y busquen con ello estrategias de evasión o simulación, afectando por lo tanto a los trabajadores, ya que llevarlos al empleo informal los exime de poder tener acceso a prestaciones que por ley tienen derecho, como la seguridad social. O, en su defecto, quedarían sin empleo, ya que posiblemente habrá organizaciones que no puedan costear el aumento en el salario mínimo.
Como podemos ver, algunos de estos efectos podrían considerarse negativos, pero la realidad es que los incrementos en el salario mínimo están pensados para mejorar la calidad de vida y el nivel adquisitivo de los trabajadores. La CONASAMI ha dicho que “el número de personas en pobreza se redujo en 23.7% debido al salario mínimo. En otras palabras, de las 5.1 millones de personas que salieron de la pobreza entre 2018 y 2022, 4.1 millones se pueden atribuir exclusivamente a los incrementos del salario mínimo” y México ha pasado del número 16 de 19 países de América Latina al número 6 con relación al salario mínimo actual y con los incrementos en esta administración.
Por lo anterior, sugerimos que, si estás como empleador afrontando una situación difícil por el incremento al salario mínimo, busques alternativas que sean eficientes y puedan mejorar los procesos de tu organización, acercándote a expertos que puedan ayudarte; es una realidad que cumplir con todo el marco legal en nuestro país se ha tornado complicado en los últimos años, pero no es imposible y es mejor estar en cumplimiento que vivir en la informalidad esperando no ser sancionado.
En Kelly tenemos diversas alternativas que pueden apoyar a las organizaciones de todas las industrias en la mejora de procesos y lograr con ello ser eficaces y más productivas, dejando en manos expertas la externalización de aquellos procesos que no formen parte del negocio principal y por ende les permiten dedicarse a hacer crecer su empresa, teniendo la tranquilidad de que todo lo demás está cubierto con un experto. ¡Contáctanos!