Cada fin de año, millones de trabajadores mexicanos esperan una de las prestaciones más importantes del año: el aguinaldo. Más allá de ser un apoyo económico, representa un derecho laboral reconocido por la Ley Federal del Trabajo (LFT) y un símbolo de reconocimiento al esfuerzo de todo un año.
A medida que se acerca la fecha límite para su pago, vale la pena repasar sus obligaciones, reglas y significado dentro del entorno laboral actual.
El aguinaldo es una prestación anual obligatoria establecida en el artículo 87 de la LFT, que deben recibir todas las personas trabajadoras, sin importar el tipo de contrato o la antigüedad. También aplica para trabajadores eventuales o por periodo determinado.
La ley establece que el aguinaldo debe pagarse antes del 20 de diciembre de cada año.
Algunas empresas lo entregan en una sola exhibición, mientras que otras optan por anticipar una parte o dividirlo en dos pagos (por ejemplo, en noviembre y diciembre).
La ley marca un mínimo de 15 días de salario por año trabajado. Si el trabajador no cumplió el año completo, le corresponde la parte proporcional.
Ejemplo:
Si un colaborador gana $600 diarios y trabajó seis meses, el cálculo sería:
600 × 15 ÷ 12 × 6 = $4,500 de aguinaldo proporcional.
Importante: si la empresa otorga más de 15 días (por política o contrato colectivo), debe respetarse el monto superior.
La falta de pago constituye una infracción a la Ley Federal del Trabajo y puede derivar en multas equivalentes de 50 a 5000 UMA, impuestas por la STPS o la PROFEDET.
Los trabajadores pueden presentar una denuncia ante:
Más allá de una obligación legal, el aguinaldo representa un gesto de reconocimiento y bienestar. Cuando las empresas lo manejan con transparencia y puntualidad, fortalecen la confianza, la motivación y el sentido de pertenencia de sus colaboradores.
El aguinaldo es más que una tradición decembrina: es un derecho laboral fundamental y un recordatorio del valor del trabajo. Cumplir con esta prestación, y hacerlo de forma justa, no solo refleja responsabilidad legal, sino también respeto y compromiso con las personas que hacen posible el crecimiento de las organizaciones.